jueves, 19 de marzo de 2020
sábado, 25 de enero de 2020
¿PODEROSO CABALLERO...?
Durante la temporada liguera pasada, el encuentro entre el Girona y el Barcelona se pretendió disputar en
Miami -de acuerdo los dos clubes-, pero la Real Federación Española de Fútbol emitió
una carta a La Liga para comunicarle las razones por las cuales desautorizaba
ese encuentro correspondiente a la jornada 21 fuera de España, en la que
destacaba como principal la de no adulterar la competición. Ni
la UEFA ni la FIFA veían con buenos ojos la idea de la patronal
del fútbol. Por otra parte, la AFE, sindicato de futbolistas, tampoco le convencía el hecho de llevar el fútbol al otro lado del charco en plena
competición.
Se llega, tiempo
después, a la disputa de la Supercopa de España. La F.E.F. hace suyo el sistema
de “final a cuatro” como en la Euroliga de baloncesto y lo pone en práctica,
pero siendo una competición nacional, la Real Federación decide que se lleve a
cabo… ¡¡¡en Arabia Saudí!!!
Realmente, según mi modesta opinión, es
una cacicada total y absoluta pues lo que se decide entre clubes lo tumba,
mientras lo que decide el organismo superior se lleva a cabo “PORQUE LO QUE YO
ORGANIZO NO LO DISCUTE NADIE”.
La principal verdad de este asunto es,
lo pienso, las “perras” que le suponían
a la federación semejante dislate. Nada importaba el desembolso de los clubes ni
demás ‘pequeñeces’; el único objetivo era el ‘money, money’ que se canta en la
película Cabaret.
En esta decisión, para mí, lo
relevante, por encima de otras consideraciones, era lo que escribió Quevedo
¡¡en el siglo XVI!!: PODEROSO CABALLERO ES…DON
DINERO.
sábado, 28 de diciembre de 2019
DEMOSTRACIÓN DE CARIÑO
El pasado verano, mi sobrino-nieto Óscar, de tres años, ya me enseñó su gran humanidad cuando me vio andar dificultosamente, le dije el porqué y me respondió "yo te ayudo". Ahora en Navidad, ha vuelto desde Holanda, donde vive con sus padres, para pasar estas fiestas en Madrid. Aprovechando la oportunidad, vamos a pasar un rato con mi sobrina, su marido y sus dos hijos. Pues bien, Óscar me ve llegar en la silla de ruedas; nada más ponerme en pie para saludar a todos ¡oh maravilla! el niño deja lo que está haciendo y se lanza sobre mis piernas, dándome un largo abrazo en ellas, contento de verme, como si él, con tres años y medio, hubiese intuido que yo podía no acudir y, en consecuencia, que no me vería.
La verdad, para mí supuso un momento encantador, hasta tal punto, que casi se me saltan las lágrimas de emoción. Desde ese momento, todo fue, como se canta en el villancico, alegría, alegría y placer.
El pasado verano, mi sobrino-nieto Óscar, de tres años, ya me enseñó su gran humanidad cuando me vio andar dificultosamente, le dije el porqué y me respondió "yo te ayudo". Ahora en Navidad, ha vuelto desde Holanda, donde vive con sus padres, para pasar estas fiestas en Madrid. Aprovechando la oportunidad, vamos a pasar un rato con mi sobrina, su marido y sus dos hijos. Pues bien, Óscar me ve llegar en la silla de ruedas; nada más ponerme en pie para saludar a todos ¡oh maravilla! el niño deja lo que está haciendo y se lanza sobre mis piernas, dándome un largo abrazo en ellas, contento de verme, como si él, con tres años y medio, hubiese intuido que yo podía no acudir y, en consecuencia, que no me vería.
La verdad, para mí supuso un momento encantador, hasta tal punto, que casi se me saltan las lágrimas de emoción. Desde ese momento, todo fue, como se canta en el villancico, alegría, alegría y placer.
domingo, 17 de noviembre de 2019
miércoles, 25 de septiembre de 2019
¡¡Campeones!!
(escrito por Laura)
Vemos en la tele que, durante unos días, va a estar expuesta la Copa recién ganada por nuestra Selección de Baloncesto en la sede de la Comunidad de Madrid.
Es preciosa. Y nos la merecemos casi tanto como Rudy, Llul y compañía.
(escrito por Laura)
Vemos en la tele que, durante unos días, va a estar expuesta la Copa recién ganada por nuestra Selección de Baloncesto en la sede de la Comunidad de Madrid.
Rafael expresa su deseo de ir a verla. Como nuestra Tarjeta
Azul nos permite “colarnos” en Madrid-Central, nos animamos a ir esta mañana.
Hace mucho que no pasamos por el centro y, al fin y al cabo, tenemos tiempo de
sobra para hacer turismo.
¡Ja! Que nos “permita” no quiere decir que nos “facilite”…
¿Quién dijo que se había reducido el tráfico en un 75 u 80
%?
Claro, que, al peatonalizar, poner carril-bici, ampliar
aceras… el sitio por el que pueden transitar los vehículos se reduce a la mitad
de la mitad y los embudos son espectaculares. Además: obras en Canalejas, en el
paseo de Recoletos, en plaza de España… la mitad de la mitad de la mitad de la
mitad.
Encontramos un sitio para aparcar casi esquina con Mayor. Me
tengo que bajar a retirar unas vallas que me estorban, aparte de los coches que
giran en la esquina donde trato de hacer mi maniobra lo mejor posible.
Bajamos calle Mayor hacia Sol. La acera está bastante
lisita… ¡menos mal! Pero los rebajes en los pasos de peatones, ¡infernales! Así
que, al segundo cruce, bajamos a la calzada y ¡pa’lante! ¡El que venga detrás,
que arree!
Finalmente, llegamos a la Real Casa de Correos, tras cruzar
la calle del Correo ¡¡empedrada!! con los consiguientes botes para el cuello de
Rafael.
Desde la calle al arco de seguridad de entrada, hay una
rampa empedrada en “tiempos de Carolo”. Aquí ya Rafael se pone en pie y la sube
andando para evitar más rebotes –y no precisamente de baloncesto-.
Y aquí, por fin, tenemos la famosa Copa. ¡¡Aleluya!!
Es preciosa. Y nos la merecemos casi tanto como Rudy, Llul y compañía.
Nos llama la atención que no hay nadie para verla: otra
pareja y nosotros. Nos hacemos pausada y mutuamente las fotos. Luego llegan un
par de personas más.
¡Seguro que, si fuera de Fútbol, no se podría entrar por la
aglomeración de gente! ¡¡Qué penita!!
La vuelta al coche la hacemos por la otra acera que está más
llanita.
El recorrido en coche entre la calle Mayor y Cibeles nos
cuesta más de media hora. De allí a casa, 15 minutos.
¡Qué buen invento lo de Madrid-Central!
¡Ojalá que se anime más gente a ir a ver la Copa! Los que
podéis, id en metro, andando, en bici… ¡Vale la pena! Quizá tengamos que
esperar unos años para verla otra vez…
¡¡Enhorabuena, Campeones!!
Para mí ha supuesto un gran esfuerzo físico, pero estoy MUY CONTENTO de haber ido.
Para mí ha supuesto un gran esfuerzo físico, pero estoy MUY CONTENTO de haber ido.
miércoles, 21 de agosto de 2019
Las Edades de la Vida. Recuerdos de un verano...
(escrito por Laura)
Me siento una privilegiada por poder
salir unos días de este incómodo y ajetreado Madrid. Aunque…
Este verano no lo recordaremos como uno
de los mejores de nuestra vida.
Rafael se siente cada vez más torpe y
aturdido.
Bajar a la playa se convierte en una
prueba complicada y el baño en el mar, casi misión imposible. A pesar de la
inestimable ayuda de su hermana y su mujer, se siente inseguro, se fatiga mucho
y no se mete más que un par de veces.
El apartamento es muy caluroso, el
entorno ruidoso; la cama, dura. ¿Será que nuestros huesos están cada vez más
doloridos?
En el otro lado de la balanza, nuestros
incansables sobrinietos ponen el contrapunto alegre a nuestro verano.
Me quedo con los buenos recuerdos:
Un niño rubito sonriente que corre hacia
su tío, gritando: “¡Tío Rafael!”
Una pequeñaja que comparte conmigo su
galleta empanada en tierra. ¡¡Mmmmm!! ¡Qué rica! Nunca probé manjar más
exquisito.
Un mojito y una buena charla con los
amigos al final del día.
El baño en el mar. A veces, con todo el
mar para mí.
Un niño con su insaciable curiosidad y
sus interminables: “Y, ¿por qué…?”
La luna llena, jugando al escondite
entre las nubes.
Los fuegos artificiales en la playa.
Unas cañas tendidas al borde del mar a
la caída de la tarde.
Óscar, de 3 años, acercándose a su tío
para preguntarle: “¿Estás malito?”
A la afirmativa respuesta de Rafael, el
peque, después de uno de sus “y, ¿por qué…?”, le suelta un “Te quiero mucho,
tío Rafael”.
Se nos enternece el corazón y, por un
momento, se nos olvidan todos los males.
La última noche, me acerco a la playa
para despedirme del mar y de la luna…
Al llegar, no está la luna. No ha salido
todavía…
En ese momento, por encima del
horizonte, una media luna naranja se asoma a saludarme. Por un breve instante,
la veo llena, redonda… y finalmente, se esconde detrás de un nubarrón.
Es una experiencia mágica de verdad.
¡¡Hasta pronto, Mar!! ¡¡Hasta siempre,
Luna!!
lunes, 13 de mayo de 2019
¿DE PASEO ?
Como cada día, esta mañana, en la silla de ruedas, me lleva Laura al bar a tomarme un cafetín. Vivo en el 15 de la calle y el bar está en el 7. No hay problema nunca, pero hoy sí. La acera, llena de terrazas y de locales -ved las fotos- En cambio, hoy había algo más y lo muestra el 4º fotograma. No se podía pasar, pero lo peor es que ese corte se ha hecho sin previo aviso como suele ser habitual, por ejemplo, con un camión de mudanzas. Fíjese sobre todo la vista en las fotos 2 y 4; en la última, hay gruesas guías que impiden seguir avanzando; debe ser el rodaje de algo.
Y, encima, el responsable del cotarro alega que tiene todos los permisos en regla. No lo dudo, pero, aunque los tenga creo que NO SE PUEDE CORTAR UN PASO TOTALMENTE DURANTE CASI DOCE HORAS.
Y, encima, el responsable del cotarro alega que tiene todos los permisos en regla. No lo dudo, pero, aunque los tenga creo que NO SE PUEDE CORTAR UN PASO TOTALMENTE DURANTE CASI DOCE HORAS.
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