jueves, 27 de diciembre de 2018

EL BERNABÉU - OTRA PERSPECTIVA



EL BERNABÉU - OTRA PERSPECTIVA

Por mi cumpleaños, el Real Madrid me regala un tour del estadio y sala de trofeos gratis con dos personas: dos sobrinos -uno no lo conoce por dentro- mi mujer Laura como acompañante.
Me sentaba en la grada alta sin problema hasta que, hace cuatro años, la vida me da dos fortísimos balonazos; me caigo; poco después, se descubre algo más grave y ¡adiós  mi pasatiempo favorito! CASI NO PUEDO ANDAR.
A fuerza de una rehabilitación que empieza tarde más altibajos de resistencia míos por los constantes dolores y ayudas de familiares o amigos, poco a poco alcanzo cotas impensables al principio. Me siento una especie de Ave Fénix resurgiendo de sus “cenizas”, aunque… ¡no es para tanto!
De manera que hoy, vuelvo al Santiago Bernabéu como espectador  sin localidad y guía de otras personas. Acudimos a las 10 de la mañana para hacer todo con tranquilidad y, personalmente, salvo para desplazamientos largos en los que me llevan, uso la silla de ruedas como andador, algunos pasos los doy sin apoyo y, entre comentarios y parones DE PIE en medio de un gentío considerable, son tres horas y media de tour de las que acabo cansado, sí, pero con fuerza suficiente para continuar la jornada.
Mientras termino este texto -ocho treinta de la tarde- noto un redolor en el cuerpo tras la actividad, pero eso es algo que…nos sucede a todos. Eso es VIVIR.

miércoles, 19 de diciembre de 2018


ALINEACIÓN CURIOSA

Hace poco, estoy esperando cruzar una calle secundaria en la confluencia con otra principal. La mañana es fría y el semáforo, largo. En un momento dado, me oigo decir con fastidio: “¡Ponte verde!”. De inmediato -me gusta  el fútbol- se me viene a la mente una alineación curiosa que escucho por primera vez siendo chaval, paseando por el
Instituto.
                Está compuesta por futbolistas reales de los años 50 y 60 y tiene 12 jugadores -dos son porteros- según la empiecen ‘colchoneros’ o ‘merengues’.  Como soy de los segundos, la comienzo con cancerbero del Real Madrid; es como sigue: Alonso -Reina-; Ponte, Braga. “Verde”; Bueno, Manolín; Murillo, Pinto, Losco, Jones, Del Sol. Lo curioso radica en que si se construye una frase o, simplemente, se lee con la ortografía correcta y debidas pausas, resulta un completo absurdo que no deja de ser gracioso.
                Para comprobar su autenticidad, a continuación, incluyo las fotos de algunos integrantes -no encuentro imágenes de dos: Braga y Pinto-; sí,  la trayectoria en el fútbol de todos ellos:
                                              


                                                      

Juan Adelarpe Alonso ‘Juanito Alonso’: Guardameta del Real Madrid 1949-62
Miguel Reina: Guardameta del Barcelona y Atlético de Madrid 1966-73
Enrique Ponte Veira: Defensa derecho del Deportivo de La Coruña 1945-54 y 1959-61
Braga: Defensa izquierdo del Real Club Celta  1955
Santiago Orgaz Fdez. “Verde”: Defensa derecho del Atlético de Madrid  1952-54 y 1956-59
Manuel Bueno Cabral: Extremo izquierdo del Real Madrid 1959-71 (sustituto habitual de Gento)
Manuel Martínez Canales ‘Manolín’: Extremo derecho del Athlétic de Bilbao 1949-50 y 1955-56
Joaquín Murillo: Interior derecho o izquierdo del Real Zaragoza 1957-64
Pinto: Medio derecho de la Cultural Leonesa 1951-58
Alfonso Losco Contreras: Defensa izquierdo del Real Valladolid 1952-57
Miguel Jones Castillo: Delantero en cualquier demarcación del Atlético de Madrid 1959-67
Luis del Sol Cascajares; Interior derecho del R. Betis, R. Madrid 1960-62, Juventus y A.S. Roma

martes, 18 de diciembre de 2018


CARTA ABIERTA AL SEÑOR EMBAJADOR…

Excmo. Sr. D., o mejor, Querido Arturo: Al principio, titulas tu charla TÍPICOS TÓPICOS TÁCITOS, pero luego llega “el Tío Paco con la rebaja” y la terminas encabezando VOY A CONTAR MI VIDA.
            Como dice Vicente en tu presentación, parece más el título de la canción del francés Raphaël Haroche que la charla de un diplomático, pero… ¡es igual! Con voz suave, desgranas todo tu recorrido ‘a lo largo y ancho de este mundo’ contando tu camino, anécdotas de todo tipo, situaciones en las que interviene la Ley de Murphy, conocimiento de personajes variopintos -Diego “El Cigala”, el expresidente Bill Clinton y otros muchos- en fin, disertación que podía aventurarse como aburrida, pero que no lo es en absoluto, al menos, no para mí porque me entero del cometido de esa profesión en sus dos vertientes: política -embajador, propiamente dicho- y administrativa -cónsules y otros cargos- que, según desprendo de tus palabras, para ti es la más gratificante pues te permite estar más cerca de los compatriotas residentes en el país para resolver sus dudas y allanarles caminos; además, la guinda es que explicas el motivo de la estancia en el mismo lugar durante un tiempo previamente marcado: poder transmitir con  imparcialidad esas informaciones recibidas a las autoridades de la nación que representas.
            ¿Sabes lo que envidio? Tus viajes por el mundo ¡con lo que me encanta esa actividad para ensanchar horizontes! pero eso ¡NO DEPENDE DE TI!
            Excmo. Sr., digo, amigo Arturo que, ni eres Caballero de la Tabla Redonda ni rey ni mucho menos, muro como puede reflejar  tu identidad, mil gracias por la casi hora y media de disertación que nos transmite la voz de tu experiencia.


Y…LA CENA POSTERIOR…

…hoy no es en la Residencia de Estudiantes sino en el Restaurante “Pazo Coruña” -situado detrás del Colegio del Pilar en el barrio del Niño Jesús- al que me acerca en su coche José Manuel Bretón  junto con dos compañeros -el trayecto, no largo, para mí, muy cómodo.
Llegados al lugar, José Manuel se convierte en mi cuidador particular y no me deja solo ni un instante ¡Muchísimas gracias!
            En la mesa, enorme, somos bastantes. Me siento de cabezota ¡uy! de cabecera; a mi izquierda, Enri ¿que? “oso” pardo al que noto moreno aunque es de noche y, a la derecha, mi “segurata” ayudante ¡Qué nivel!
            De primero, entrantes variados: Pastel de cabracho, pulpo a feira, croquetas de jamón y crujiente de langostinos. De segundo, aunque Vicente me aconsejó pecado, lleva más pimentón y pido entrecot. José Manuel se decanta por la merluza y, a pesar de que alienta a los “pescaderos” a empezar el pescado porque se enfría, como le lanzo un S.O.S. imprevisto hacia mí, no se lo piensa y me va troceando la carne poco a poco; “Tú cena tranquilo que yo voy a tu ritmo”, me dice;creo que su merluza la termina fría. Mientras, la conversación entre los próximos y no tanto fluye cual un hilo sin fin, distendida y agradable como siempre. De postre, tarta de la casa y café o infusiones, más, de final, los ‘chupitos’ con o sin alcohol; de esos, no participo. La sobremesa se alarga bastante y yo salgo a fumar durante pocos minutos, pero aguanto sin demasiado cansancio hasta el último instante en el que, al irnos despidiendo todos os alegráis de ver que me voy recuperando lento, pero firme y, lo repetiré infatigable: “Vuestro apoyo desde mayor o menor cercanía en el contacto me está siendo provechoso, no lo dudéis”.
            José Manuel Bretón Dellmans se monta en el coche; yo, de copiloto; Jesús Marciel, detrás; le dejamos en su casa y, a continuación, mi escolta me acerca a la mía, no yéndose hasta que no me ve montado en el ascensor.
            La mejor forma que tengo de acabar estas líneas es: Desde que nos encontramos la primera vez, te tuve afecto, José Manuel, pero, a partir de hoy, te llevo un poco más dentro del corazón.



miércoles, 12 de diciembre de 2018


¿MILAGRO…? ¡SERIE DE TVE!

 Con una patología desde antes de nacer en mi cerebro -quiste porencefálico en la región fronto-temporal posterior derecha, a nivel de la sustancia gris- (ver imagen) con hidrocefalia triventricular que afecta a mi lado izquierdo; de ella, hablo mucho como es lógico.

                 Buscando en Internet sobre ella, encuentro una enciclopedia de neurología donde un especialista sobre el tema escribe Está considerada como enfermedad rara de la que existen varios tipos y, por el momento, se desconocen sus causas. Lo verdaderamente impactante para mí son las conclusiones que saca según su experiencia. Sostiene que, de quienes padecen estos quistes, el más alto porcentaje no vive más allá de dos años; el siguiente en gravedad, puede vivir más tiempo, pero con una alta discapacidad mental, física o ambas y tan sólo un 1% sufre una discapacidad de un nivel, diré, medio que no impide su desarrollo casi normal.
  Pensando, me digo: “Estás dentro de ese mínimo conjunto de personas”. Y es verdad, a pesar de ese ‘pesar’ y todos los posteriores, acabo de cumplir 72 años, he podido, puedo y espero poder llevar hasta el final una existencia como la de cualquiera.
 ¿Milagro…? No lo sé, pero ¡Estoy vivo!