VERGÜENZA AJENA
Soy socio del
Real Madrid desde 1959 y comento, desde hace años, la falta de intensidad de
jugadores y de implicación por parte de la directiva con la “empresa” de la que
son partícipes y ¡a qué altísimo nivel económico!
Anteayer
domingo por la mañana se enfrentó en fútbol el conjunto blanco al Girona en el Bernabéu. El equipo sabe de
sobra que los clubs pequeños se esmeran en su encuentro con los grandes. Es
cierto que los “merengues” dieron el primer golpe, mas, a continuación,
recularon para ‘defender la ventaja’ y vi a casi todos, cuando esperaban un
centro, esperarlo al pie o defender al oponente a distancia sin intentar
arrebatarle el balón. En el intermedio, no hubo “florentina” como sí “santiaguina”
tiempos atrás y, como premio a los despropósitos blancos, el equipo catalán
acabó llevándose los tres puntos en juego MERECIDAMENTE.
Por
la tarde, el Real Madrid de baloncesto disputó en casa la final de la Copa del
Rey contra el FC Barcelona. Sirva de inciso que jamás entendí el porqué de
dividir los choques en 4 cuartos y no seguir con las dos mitades de antes.
En
fin, volviendo al devenir de la final, no me cabe en la cabeza que yendo con
ventaja de 15 puntos a la conclusión del tercer cuarto, Laso y sus pupilos,
permitiesen al Barça alzarse con el trofeo. En primer lugar, con 90-92 los
árbitros no vieron infracción en la falta de Randolph sobre Singleton, falta
que sí existió; y en la jugada siguiente, otro error de bulto en el
último segundo pues Randolph, en el rebote tras el lanzamiento de Tomic,
interceptó el esférico después de que diera en el tablero y no en el aro; así
la vi y, por tanto, para mí, la acción fue válida ¿dónde está la cámara lenta
del VAR…?. No pretendo achacar a los jueces de campo la derrota madridista pues
tengo clarísimo que el enfrentamiento no lo ganó el Barcelona aun jugando a un altísimo
nivel sino que lo perdió el Real Madrid víctima de sus propios errores.
Esta
y no otra es la razón de mi VERGÜENZA
AJENA.
Francisco González García