En el Instituto, el “AULA” del pasado jueves tarde es distinta a otras; no hay que atender explicaciones; solo, escuchar. Estamos en el aula, sí, pero ‘de música’, prestada por el Instituto para esta ocasión en que tenemos sobre el escenario a tres entusiastas del do-re-mi, por lo que este lugar es sala de conciertos.
Todo evento requiere de una preparación y, cómo no, el responsable es UNO de los nuestros: José Manuel Bretón; él se preocupa de carteles y programas impresos para todos y rosas para todas; GRACIAS POR TU MAGNÍFICO TRABAJO.
Sí, no miento; hoy no estamos solos sino acompañados de nuestras parejas -es el Día de los Enamorados-; así que ¿cómo está la sala…? Abarrotá, diría ‘El Linterna’ del Dúo Sacapuntas. Y, aunque la silla no resulta cómoda para cuello y espalda, desde poco antes de la presentación de Vicente, me mantengo quieto en ella, oyendo a los tres grandes del escenario -dos abogados y un odontólogo en medio de ellos; de izquierda a derecha, Miguel Ángel Cabanellas, barítono; Enrique Pardo, tenor y Juan Antonio Rosas, barítono-bajo. Los tres nos hacen partícipes de su saber musical interpretando juntos o por separado temas archiconocidos. Se desmarca en las individualidades solistas Juan que canta canciones de Mikis Theodorakis ¡¡en griego!! explicándonos previamente, el argumento de cada melodía. Escucharlos es, creo que para todos, una auténtica GOZADA y pasamos poco más de dos horas deleitados por canciones en las que, a veces, tomamos parte los asistentes como coro de fondo.
Nada más se me ocurre una palabra para calificar la velada: E X T R A O R D I N A R I A.
Francisco González García