lunes, 4 de marzo de 2019


RECUERDOS

Cuando el Valencia CF se clasificó para la próxima final de la Copa del Rey de fútbol a dirimir con el FC Barcelona, inmediatamente me vino el recuerdo de otra final entre ambos equipos que vencieron los ‘chés’ ¡en 1954!
            Recordé, casi sin equivocarme, las alineaciones de los dos conjuntos, pero, sobre todo que, al término de aquel encuentro, Quique, portero de los vencedores, se encaramó al larguero de la portería sur del entonces estadio de Chamartín.



Quizá debido a mi enfermedad de nacimiento, soy proclive a preguntarme sobre el funcionamiento  del cerebro y ese recuerdo me llevó a hacerlo. ¿Dónde almacenamos información tan antigua o más si cabe…? ¿Cuál es el mecanismo químico que provoca su veloz llegada a la memoria actual…? ¿Qué camino sigue en el “viaje”…? Preguntas, estas tres y otras muchas cuyas contestaciones ignoro como quizá las desconozcan hoy los investigadores pues el cerebro sigue siendo, creo, el arcano del organismo humano.

Añado este comentario de mi compañero y amigo

Kurt7 de marzo de 2019, 10:56
Del cerebro se va sabiendo mucho pero se sigue conociendo poco, Rafa.
Eso que te pasa proviene del hipocampo, donde hay unas células que se encargan de gestionar la memoria. Estas células se localizan en una especie de lóbulo en el borde del hipocampo llamado giro dentado, cuya función es conectar con la corteza prefrontal, donde se almacenan los recuerdos. La interconexión se hace por medio de la sinapsis interneuronal, la clásica unión química ente los terminales (axones). Esa gestión es lo maravilloso del asunto, pues precisa de filtros adecuados; además, en la corteza prefrontal ya hay más sitio (actúa en esto de la memoria como una biblioteca), pero también es el lugar desde donde actúan las emociones, que de alguna forma se asocian a estos recuerdos. Según sea “la intensidad” de esas emociones asociadas a un determinado recuerdo, las recordaremos de forma más o menos nítida. 

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