martes, 1 de enero de 2019

INTRODUCCIÓN - EL ESTADIO VETADO AL REAL MADRID


INTRODUCCIÓN


Este es el aspecto que presenta el estadio de Chamartín en 1957, recién rebautizado como Santiago Bernabéu,  cuando acudo a él por primera vez para presenciar el encuentro inaugural de la iluminación nocturna.
Años después tiene lugar la historia que relato a continuación.

     PROYECTO: EL ESTADIO VETADO AL REAL MADRID

En el pasado 2018 o en este recién nacido 2019, cuando oigo hablar de la futura reforma del Bernabéu, me viene a la memoria un suceso, quizá poco conocido ¿porque no une con la leyenda de favoritismo franquista hacia el Real Madrid...?
         Hace referencia al berrinche que pilló Santiago Bernabéu cuando quiso derribar el estadio que lleva, su nombre, vender los terrenos y hacer uno nuevo en la salida de la carretera de Colmenar.
         Por ese entonces, Bernabéu lleva 40 años en el club, tiene 78 y el estadio, 37. Además, la afluencia de espectadores ha descendido. Son tiempos en que la principal partida de ingresos de los clubes era la de socios y taquilla. La televisión ya da algún dinero, muy poco en proporción a lo de ahora y, luego, hay que añadir las contrataciones para torneos de verano y otros amistosos. No existen los ingresos de marketing, tan suculentos en la actualidad para los grandes clubes.
El asunto aparece por sorpresa el 8 de setiembre de 1973; en la Asamblea de Socios-Compromisarios, el presidente lanzó la idea. Tras una larga consideración sobre su historia, su implantación social, sus perspectivas y sus necesidades, anuncia que tiene el proyecto de construir un nuevo estadio en el barrio de Fuencarral, junto a la salida de la Nacional I (Madrid-Burgos-Irún-Francia). Por donde ahora está la zona residencial llamada Tres Olivos lugar al que Bernabéu sabe llegará el metro cerca en poco tiempo, como así es. Piensa financiar el proyecto con la venta del solar del Bernabéu, que previamente debe obtener autorización municipal para que en él se pueda edificar una torre de imponentes dimensiones y una zona residencial. Se exponen las maquetas de ambas ideas en el Círculo de Bellas Artes -yo acudo -no recuerdo bien si solo con mi hermano o nos acompaña mi padre-

   Proyecto del estadio


Proyecto urbanístico de 1973 para los terrenos donde se alza el Estadio Santiago Bernabéu

             El club pone a la venta en octubre de 1973 una Revista monográfica sobre el proyecto, revista que costaba 15 pesetas; hoy, si se encuentra en Internet, 8 euros = 1.331,088 pts.


         El nuevo estadio tiene capacidad para 80.000 espectadores cubiertos, la mitad de asiento, el primer estadio de fútbol totalmente techado de España; y, en el exterior, 6.000 plazas de aparcamiento. Se financiaría con la venta del solar del Bernabéu, del que se preveía el siguiente uso: un 88% dedicado a parque público; el restante 12% se reparte en una torre mayor que cualquier otra de las que hay en Madrid (248 metros, 70 pisos, oficinas más un hotel de 600 habitaciones) y un bloque residencial, de menor altura, con fachada a la calle Padre Damián.
           En la opinión pública, el asunto choca. Por un lado, la mudanza de estadio no es bien vista por parte de los aficionados, que se ven incomodados en su hábito. Además, la nueva localización es entonces demasiado remota. Ahora ya no, claro y, seguro que la presencia del estadio del Real Madrid habría expandido la ciudad mucho antes hacia allá, como pasa en casi todas partes con casi todos los estadios, mas, entonces era lejos. El Madrid compra en su día los terrenos del Bernabéu para uso deportivo; darles otro destino en ese momento, no es fácil y se habla, además, del impacto brutal que sobre el tráfico de la zona significarían las nuevas viviendas y la monumental torre con todos sus empleados entrando y saliendo a la misma hora y colapsando un arteria esencial de la ciudad, como es la Castellana.
           Para Bernabéu supone una oportunidad. El estadio está viejo, resulta algo incómodo, solo con 32.000 asientos. Contar con 60.000, manteniendo otras 20.000 localidades de pie y todo cubierto podría aumentar mucho los ingresos y relanzar al club, como en su día lo relanzó el estadio, hoy anticuado, mucho mayor en capacidad que los de la época.



   
         En primer lugar, la Asamblea de Compromisarios, sobre todo por la mayor lejanía y más tarde el Ayuntamiento, debido a la cantidad de recalificaciones de terreno necesarias -el espacio que hoy ocupa el estadio está catalogado como zona para uso deportivo- DICEN NO al proyecto y Don Santiago, exjugador y presidente del club, acepta la contundente negativa aunque, sin duda, mucho le duele.

 Dejo en el aire una reflexión: Actualmente ¿se acatan decisiones de estamentos superiores o más de uno “se pasa las consignas por el forro”, como canta Serrat,  para seguir actuando como le place…?








   

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